Mantener una actividad significativa regula la homeostasis psicológica [1], mientras que el ajetreo en general no lo hace. En otras palabras; las emociones, pensamientos, sensaciones y sentimientos extremistas no son necesariamente algo bueno, por eso participar en alguna actividad que tenga sentido hará que uno sienta más equilibrio emocional: el simple hecho de mantenerse haciendo algo no es suficiente [2].
En otras palabras, necesitamos mantener un equilibrio afectivo. El “afecto” es una forma técnica de hablar de emociones, pensamientos, sensaciones y sentimientos y de cómo actuamos y tomamos decisiones.
Por otro lado, existe tanto la afectividad positiva como la negativa, y todo depende del equilibrio entre ambas. A dicho equilibrio lo llamamos homeostasis, y es aquí donde interviene hacer algo que “tenga sentido”, pues a más sentido tiene lo que haces, más equilibrada mantendrás tu afectividad.
Lo cual no significa que dicha actividad tenga que ser nuestro empleo, nuestra profesión o nuestra empresa. Podría ser simplemente una actividad extra que desarrollemos unas horas a la semana, dentro de un plan que permita la expresión de la propia afectividad, a la vez que nos aporte el sentido de contribución y propósito hacia los demás.
Fuentes:
[1] El estudio del equipo la Universidad Charles Sturt y de la Universidad Real Instituto de Tecnología de Melbourne: A mayor actividad significativa amortigua la afectividad, el mero ajetreo la aumenta.
[2] Artículo en la Web Research Digest de la Sociedad Británica de Psicología (Colegio de psicólogos del Reino Unido) que explica el estudio.