Un equipo de la Universidad Politécnica de Hong Kong, liderado por la Doctora mexicana Dalinda Isabel Sánchez-Vidaña observó que los efectos en ratones, observados in vivo, tanto a nivel conductual como celular apoyan el posible uso de la lavanda como una opción de tratamiento prometedora para la depresión en el futuro.
Los aceites esenciales, como punto de partida para muchas investigaciones sobre sus efectos en seres vivos, no dejan de sorprender y, en este caso, este estudio ha demostrado el posible efecto terapéutico de la aplicación de la lavanda.
No solo mejoró el comportamiento inducido de depresión en los ratones, sino que también promovió la creación de nuevas neuronas y mejoró la ramificación dendrítica de éstas.
El estudio deja claro que la aparición de nuevas neuronas desempeña un papel importante en el mecanismo de acción involucrado cuando se usa lavanda para tratar la depresión, aunque no arroja luz acerca de su actuación sobre otros indicadores importantes, como las proteínas que intervienen como factores de crecimiento celular o de la oxitocina.
Así que, aunque faltan y se recomienda más estudios para ilustrar el proceso completo y obtener una imagen más clara de la lavanda como actor en los procesos conductuales y celulares, los resultados del presente estudio proporcionan una mejor comprensión de su uso potencial para el tratamiento de la depresión.
Puedes bajarte el estudio aquí.