¿Has visto fotos de fincas dedicadas a la producción de aceites esenciales?
Son espacios magníficos, con un aire misterioso y agradable que nos conectan con la naturaleza y con la vida.
En ellas cada planta es sembrada a mano, en áreas muy definidas y protegidas de las actividades de las fincas vecinas. En ellas existen, también, áreas de prueba para ensayar nuevos cultivos, para ver si las futuras plantas crecen bien y sanas.
Además, los tiempos de crecimiento de las plantas son respetados y la calidad de las moléculas que van produciendo son controladas en laboratorio, etapa a etapa.
Quienes trabajan en este tipo de fincas que parecen del futuro, son gente local, conectados con la actividad por tradición y que, cuando producen un nuevo aceite, lloran de la emoción de ver su producto, al fin.
Créetelo: hay diferencias cuando quien te vende un aceite posee en propiedad o controla la calidad del trabajo de la granja que lo produce.
Mira algunas de las fincas que posee o controla Young Living.