Ayudar a los demás es una de las mejores formas de ayudarnos a nosotros mismos. Martin Luther King Jr. dijo que “la forma más segura de ser feliz es buscar la felicidad de los demás.”
Una nueva investigación publicada por un equipo de psicólogos de la sugiere que:
Esas palabras King son tan ciertas hoy como lo eran hace medio siglo: que nuestra propia felicidad está influenciada por la bondad y generosidad que mostramos a los demás. Al menos es lo que sugiere un estudio de la Universidad de Missouri-Columbia.
Los autores del estudio dicen que “Los resultados de estos estudios amplían los hallazgos de investigaciones anteriores al mostrar que las personas obtienen una mayor felicidad personal de los intentos de hacer felices a otras personas, un enfoque que puede parecer contradictorio para muchas personas al principio”.
Otros estudios que muestran que gastar dinero en otros aumenta la felicidad de uno más que gastar dinero en uno mismo. Pero no es solo la generosidad financiera lo que tiene el poder de aumentar nuestra felicidad: donar nuestro tiempo a alguien que lo necesita, o simplemente adoptar una mentalidad que ponga la felicidad de los demás por encima de la nuestra tiene un impacto positivo en nuestro bienestar psicológico.
Los investigadores explican que esta reacción tiene que ver con nuestra necesidad psicológica básica de “relacionarnos” o sentirnos cercanos a los demás porque intentar de hacer feliz a otra persona inspira sentimientos de cercanía que hacen que las personas terminen sintiendo mayor felicidad.
Lo impactante de todos estos estudios es que también demuestran que el mecanismo no funciona cuando los intentos de felicidad o mejora del estado de ánimo son autodirigidos. Deben surgir, sin más, espontáneamente.
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